Los administradores de las empresas del país distraen sus energías en tratar de enfrentar los efectos que el burocratismo infringe en las múltiples relaciones que mantienen con el Estado.
El exceso de trámites, combinado con un enfermizo afán del funcionario público por el control y el poder, sumado a la pérdida de conciencia de servidor público, son circunstancias que se fusionan a la ambigüedad de la norma y la excesiva discrecionalidad que esta le confiere al operador de los procedimientos, configurándose con ello un pesado lastre al progreso de la sociedad entera.
El burocratismo termina estableciendo una maraña de trámites, que distraen valiosísimos recursos de la sociedad, que paga de esta manera con una menor calidad de vida.
Es ya conocida que la relación directa entre trabas burocráticas y corrupción. Y los perversos que esta causa en la calidad de servicios y la limitación al desarrollo de la actividad económica competitiva.
El SENIAT y otras administraciones tributarias, tanto estadales como municipales, no escapan al burocratismo. Como muestra en la primera de estas instituciones tenemos el largo camino de trámites, visitas, entrevistas y el exagerado tiempo para obtener una solvencia de sucesiones o la decisión del reintegro del IVA retenido en exceso o la del IVA que le corresponde recuperar por Ley a los exportadores. Y en general para cualquier tramitación sencilla que termina convirtiéndose en una difícil tarea para el ciudadano.
Emblemático resulta el caso de las retenciones excesivas del IVA por efecto de una tasa muy elevada (75%), que ha financiado parte de las metas de recaudación logradas por el SENIAT en los últimos años, pero que implica para el Estado un enorme costo burocrático para concretar su devolución, en vez de haberse manejado desde un principio una tasa moderada de retención que redujera el número de contribuyentes que solicitarían dichos reintegros.
Desarrollar un servicio de la Administración Tributaria enfocado en la calidad, implica simplificarlo, hacerlo eficiente y económico para el usuario.
Es necesario una plan y voluntad para aplicarlo, destinado a retomar la modernidad y la reducción de la burocracia excesiva para de esta forma dar cumplimiento cabal al principio de eficacia previsto en el Artículo 316 de la Constitución Nacional respecto al Sistema Tributario del país.
Camilo London
Gerencia y Tributos
Uno de los males de este siglo, la burocracia. Lamentablemente y tristemente observamos que ninguna Institución escapa de este mal.
ResponderEliminarUno de los males de este siglo, la burocracia. Lamentablemente y tristemente observamos que ninguna Institución escapa de este mal.
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