En oportunidades anteriores, se ha señalado la incidencia de algunos tributos en el sector empresarial venezolano. Así, se ha comentado principalmente el impacto de las exacciones parafiscales, Impuesto sobre la Renta, Impuesto al Valor Agregado, etc., dentro de las empresas y algunas propuestas de mejora para lograr el equilibrio justo en la relación jurídico-tributaria.
Ahora, se quiere mencionar en líneas generales, el impacto que tiene el sistema tributario sobre las empresas en diferentes aspectos, desde el nacimiento de éstas, hasta su disolución y, liquidación.
Hay que señalar que existen tributos cuya finalidad es primordialmente fiscal y otros, cuya finalidad es principalmente extrafiscal. Es decir, hay unos con un fin recaudatorio y, otros, con un fin de cumplimiento con algún mandato de la Constitución. Por ello, existen sistemas tributarios que fomentan la creación y perdurabilidad de las empresas, haciéndolas más eficientes y, otros, cuya intención se centra en minimizar el rol de las empresas del sector privado dentro de las economías.
He aquí un debate interesante que ha existido, existe y existirá, sobre el papel del Estado en la economía y la utilización del sistema tributario en el rol que debe cumplir el Estado en ésta. Más allá de las consideraciones, políticas, económicas, sociales, entre otras, sólo se señalan algunos matices, exclusivamente desde el punto de vista jurídico, sobre el papel que tiene el Estado, el sistema tributario y su impacto en las empresas.
Desde el momento de su nacimiento, se observan pocos incentivos a la creación de las empresas -en comparación con otros países- por la cantidad exagerada y exacerbada de tributos. En este sentido, cuando se explica a cualquier empresario lo que debe cumplir, muy probablemente, se desanimará en la inversión que tenía proyectada. Luego, al encontrarse en pleno ejercicio de la actividad económica, existen una serie de tributos y medidas que pueden ocasionar una paralización de la empresa. Se alude a la cantidad de exacciones parafiscales vigentes, por ejemplo, tributos de la LOCTI, Ley Orgánica de Drogas, Ley Orgánica de Deportes, Actividad Física y Educación Física, Ley de Instituciones del Sector Bancario, etc., que aunque se coincida con la finalidad última que persiguen, considero que vulneran varios principios constitucionales de la tributación. Por otro lado, las medidas de clausuras de establecimientos, con baja incidencia recaudatoria, desincentiva a los empresarios a ejecutar nuevas inversiones o simplemente a continuar la actividad productiva.
Sobre esta materia, es importante reflexionar y ocuparse, porque todo en la actividad económica, se encuentra interconectado. Al establecerse medidas de este tipo, se reduce la inversión e incluso, se disuelven gran cantidad de empresas, trayendo como consecuencia, una disminución en los años sucesivos de la recaudación del Impuesto sobre la Renta, IVA, impuestos municipales, entre otros, aunado a la reducción de las fuentes de empleo y la producción en el país. Hay que tener muy en cuenta, la inserción del Estado venezolano en el Mercosur y la necesaria adaptación de su aparato productivo para competir con empresas de los países miembros de este proceso de integración.
Son simplemente algunas ideas para mejorar este escenario, consolidar el fomento de las empresas en la economía venezolana y que el sistema tributario sea un instrumento de creación y fortalecimiento de empresas en el país.
Aporte, colaboración de :
Gilberto Atencio Valladares/
@gatenciov
Abogado - Summa-Cum Laude, Universidad del Zulia. Máster en Asesoría Jurídica de Empresas, IE Law School. Experto en Fiscalidad Internacional, Universidad de Santiago de Compostela. Candidato a Doctor en Derecho, Universidad de Salamanca.
En Vzla la mesa esta servida para desincentivar a los inversionistas, incluyendo el sistema tributario vigente
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